El problema económico

¿P
or qué existen millones de personas que están destinadas a morir de hambre? ¿Por qué estos millones se encuentran desprovistos, y el mundo es impotente de garantizarles lo que vista sus cuerpos y cubra sus necesidades? ¿Por qué un ser humano se ve impotente de proveer un digno bocado tanto a su familia como a sí mismo, mientras que otros de su misma especie viven sumergidos en la suntuosidad y el derroche? ¿Cuál es la causa de ese problema, y cuál es la solución para librarse de sus peligros?
El capitalismo sostiene que la causa principal de este problema es la falta relativa de recursos naturales, y que éstos son limitados desde que no es posible aumentar la magnitud de la tierra en la que vive el ser humano, ni la cantidad de las riquezas contenidas en ella, mientras que las necesidades de la humanidad aumentan en progresión, y en concordancia al crecimiento y desarrollo de las ciudades. Esto es algo que hace que la naturaleza sea incapaz de brindar una respuesta a todas las necesidades de la totalidad de los individuos de la raza humana, y por consiguiente se produzca una competencia entre los individuos para satisfacer sus propias necesidades, originándose así el problema económico.
El marxismo refiere el problema a la contradicción existente entre la forma de producción y las relaciones de distribución, siendo así que cuando haya correspondencia entre esa forma y relaciones regirá la estabilidad en la vida económica, cualquiera fuera la clase de régimen social producto de la correspondencia entre la forma de producción y las relaciones de distribución.
En cuanto al sistema islámico, ¿cómo enfoca el problema y cuál es la solución que propone islámicamente?
Encuentro necesario enfatizar la postura positiva del Mártir Muhammad Bâqir As-Sadr respecto al problema económico, desde que rechaza los intentos de carácter explicativo que se rinden al problema económico aceptándolo como una realidad, y reconocen su condición de inevitable, en lugar de buscar una solución para ello, lo cual profundiza el problema y lo cubre con un manto de legalidad.
El mártir As-Sadr, en su intento por representar el problema económico, parte de la sagrada aleya coránica que dice:

«Dios es Quien creó los cielos y la tierra e hizo descender agua del cielo mediante la cual hizo brotar frutos para vuestro sustento; y sometió para vosotros los navíos para que naveguen por el mar con su anuencia; y sometió para vosotros los ríos * Y sometió a vosotros el sol y la luna que marchan incesantemente; y sometió para vosotros el día y la noche * Y os concedió de todo cuanto le solicitasteis. Y si contarais las mercedes de Dios no podríais enumerarlas. Por cierto que el humano es tirano, ingratísimo»

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